La tensión comercial entre las dos principales potencias del mundo ha escalado nuevamente. El Gobierno de China anunció este viernes la imposición de un arancel del 34% a todos los bienes importados desde Estados Unidos, medida que entrará en vigor a partir del 10 de abril.

Este nuevo gravamen fue anunciado un día después de que Washington aplicara un arancel adicional del mismo porcentaje (34%) a productos chinos, lo que ha encendido aún más la disputa comercial entre ambas naciones.

Además del arancel, el Ministerio de Comercio chino informó que restringirá las exportaciones de materiales raros, elementos clave en la industria tecnológica, militar y automotriz, lo que representa una medida estratégica en esta guerra comercial que podría tener efectos globales.

Estas acciones forman parte de una serie de respuestas directas del gobierno chino a lo que considera decisiones unilaterales y hostiles por parte de Estados Unidos, y se suman a otras sanciones que buscan afectar el suministro de productos sensibles a la economía estadounidense.

Expertos en comercio internacional advierten que la escalada podría tener consecuencias importantes para el comercio global, provocando aumentos en los precios, retrasos en cadenas de suministro y una mayor volatilidad en los mercados financieros.