En una nueva escalada de tensiones comerciales, China respondió con contundencia a las recientes medidas arancelarias impuestas por Estados Unidos, anunciando este miércoles un incremento del 84% en los gravámenes adicionales sobre productos estadounidenses. La decisión se da después de que el presidente Donald Trump fijara aranceles superiores al 100% sobre productos provenientes del gigante asiático, profundizando así la ya compleja guerra comercial entre ambas potencias.

Como parte de las represalias, el gobierno chino también impuso restricciones a 18 empresas estadounidenses, en su mayoría relacionadas con la industria de defensa, sumándolas a una lista que ya incluye cerca de 60 compañías sancionadas tras las medidas unilaterales de Trump.

Las autoridades de Pekín dejaron en claro que no cederán ante presiones y que están preparadas para defender sus intereses económicos y comerciales en todos los frentes. “No toleraremos intimidaciones ni condiciones desiguales en el comercio internacional”, señaló el Ministerio de Comercio chino en un comunicado oficial.

Este nuevo capítulo en la disputa comercial genera incertidumbre en los mercados internacionales, que ya venían mostrando señales de volatilidad ante las decisiones proteccionistas de ambas naciones.