El Gobierno de México reiteró su compromiso de cumplir con el Tratado de Aguas de 1944 con Estados Unidos, aunque advirtió sobre los desafíos que representa la sequía persistente en el norte del país.

El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, informó este viernes que sostuvo una llamada con su homóloga estadounidense, Brooke Rollins, así como con el subsecretario de Estado, Chris Landau, en la que se ratificó la voluntad del gobierno mexicano de honrar el acuerdo bilateral, pero “bajo las consideraciones de sequía que hemos tenido en estos últimos años”.

A través de un mensaje publicado en la red social X (antes Twitter), Berdegué destacó que ambas partes reconocieron los retos compartidos en torno a los recursos hídricos, especialmente en un contexto de crisis climática que ha impactado fuertemente a regiones agrícolas en ambos países.

El Tratado de Aguas de 1944 establece la obligación de México de entregar un volumen anual de agua del Río Bravo a Estados Unidos. Sin embargo, en los últimos años, el cumplimiento ha estado condicionado por la disminución en los niveles de precipitación y el estrés hídrico en las cuencas del norte del país.

El diálogo entre ambos gobiernos se mantiene abierto, mientras autoridades mexicanas buscan soluciones técnicas y diplomáticas que garanticen el cumplimiento del tratado sin comprometer el abasto para las comunidades nacionales.